Si el año pasado, “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1“ marcó el principio del fin, dejándonos con una sensación de pesimismo, ”Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2“ cierra el circulo de una vez por todas con una nota de la melancolía.
Sin duda, es una película increíble, sombría y sorprendente, el momento esperado por los fanáticos durante años, cuando finalmente vemos como Harry se enfrenta a su destino y lucha contra el asesino de sus padres.
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Y ese es el verdadero secreto del final de la saga, el hecho que a lo largo de ocho películas filmada durante la ultima década, vemos el crecimiento de Harry, Ron y Hermione, y nos damos cuenta que ya no son esos inocentes chicos que entraron en Hogwarts, volaron unas escobas, jugaron al Quidditch y perfeccionaron sus poderes. Es en este momento en el que todo el destino del mundo mágico depende de ellos (aunque es solo una parte de la historia final).Lo que logro el director David Yates es sencillamente increíble, le dio a la saga un final satisfactorio. Después de haber dirigido las últimas cuatro ediciones, Yates le pudo otorgar un hilo conductor y una cohesión a todos los personajes, especialmente a Harry, quien creció y maduró y ….
A pesar de que todas las películas siempre mostraron la lucha interna de los personajes entre el bien y el mal, algo que los vuelve tal vez más reales. Radcliffe actúa de una manera sencillamente increíble, y los flashbacks a las primeras películas de la saga, simplemente nos hacen ver cuanto creció como actor a lo largo de estos años. A pesar de que ya está establecido físicamente como Potter, en esta edición el personaje le exige mucho más en nivel emocional y psicológico, y hay que reconocer que Radcliffe demostró estar a la altura de las circunstancias.
Harry (interpretado por Daniel Radcliffe), Ron (por Rupert Grint) y Hermione (por Emma Watson) continúan, en “Las Reliquias de la Muerte: Parte 2”, buscando los últimos Horcruxes, los contenedores que poseen partes de alma de “aquel que no puede ser nombrado”, que son cruciales para la supervivencia de Harry, para poder destruirlos.
Uno de ellos está guardado en el banco, en la bóveda de Bellatrix Lestrange, lo que le permite a Helena Bonham Carter divertirse un poco con su personaje. Hogwarts ya no es un lugar seguro para esconderse, ya que Voldemort se encuentra cada vez mas cerca, y su eventual ataque da la posibilidad a varios personajes de demostrar un lado heroíco escondido.
Y como todas las cosas buenas, tiene que llegar a un final. Sin embargo, el de Harry Potter es tal vez mucho mejor que el de otras sagas, el director y el guionista lograron responder y dar un cierre a la mayoría (si no todos) de los misterios que se plantearon a lo largo de los años en las distintas películas, mientras que a la vez, deja abierto algunos interrogantes nuevos, que nunca serán respondidos, y dan la posibilidad a cada fanático Poteriano de una interpretación.
El final es demasiado meloso, pero adecuado como cierre de esta saga de fantasía épica que una catarsis emocional necesaria para Harry y tal vez también para el expectador, incluso aquellos que no son Poterianos extremos, pueden llegar a sentir un inesperado nudo en la garganta.
Emocionante, con actuaciones potentes y visualmente deslumbrantes, eso es lo que se puede decir de la última película de Harry Potter, un final de saga adecuado, satisfactorio, que nos muestra que a veces, el cine es una forma particular de magia. En definitiva, un final mágico.
Trailer:
Publicado originalmente en: Rock 'N Ball
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